jueves, 16 de agosto de 2007

Conclusiones


Si la vergüenza tuviera rostro, seguro sería el mío.
Si la mentira tuviera manos, serían las tuyas.
...Me avergüenzo de creer que tus manos me sentían.

Si la sinceridad decidiera ponerse un nombre, sería el mío.
Si la felicidad quisiera caminar, no lo haría con tus pies.
...Sinceramente te digo que si sigo tu camino no seré feliz.

Si la locura quisiera ver el mundo, mis ojos la guiarían.
Si la desesperanza deseara hablar, tu voz seria adecuada.
...En un arranque de locura creí que te devolvería la esperanza.

Si la ingenuidad buscara un fiel aliado, yo encabezaría la lista
Si la ternura quisiera alojarse en un corazón, no seria el tuyo el elegido.
...Ingenuamente creí que mi ternura te conquistaría.

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