martes, 21 de octubre de 2008


"A veces es fácil sentir que eres
el único del mundo que está luchando,
que está frustrado, o insatisfecho,
o quedándose atrás.

Pero ese sentimiento es mentira.
Y si aguantas, si encuentras el coraje para
enfrentarte a todo otro día más
Algo o alguien te encontrará
y hará que las cosas mejoren.

Porque todos necesitamos
un poco de ayuda a veces.
Alguien que nos ayude
a escuchar la música del mundo.
Para recordarnos
que no siempre será así.

Que alguien está ahí fuera.
Y que ese alguien te encontrará".



Aclaremos ... el texto no es de mi autoría, ha sido hurtado de esas mentes brillantes que crearon mi serie favorita: One Tree Hill.

martes, 14 de octubre de 2008

El Engendro


Suelto el lápiz y entrego mis respuestas.
Al salir de esa pequeña sala me encuentro con un hombrecito de aspecto insignificante y de sonrisa cínica. Él con excesiva alegría (tan excesiva que la repudio) me mira y pregunta que “como me ha ido”.
En mi vida creo haberle hablado 2 o 3 veces y no tenia intención alguna de que ese número aumentara.
Era el típico indeseable que pregunta hasta las comas para demostrar-o demostrarse- que es dueño de un ingenio envidiable y un mar de conocimientos, es decir: un imbécil con ínfulas de gran señor y un claro déficit atencional.
Mis opciones eran claras: responder o callar. En cuanto a callar no cabe duda alguna; existe una sola forma: abstinencia de sonido. Pero en cuanto a responder existía una hermosa gama de posibilidades, podía ser cortés y dar muestras de mi Gran Educación, o bien ser cortante, y de paso dejarle entrever que su persona no me era en absoluto grata, o simplemente ser una rota de lo peor y dejarle mas que claro que detestaba todo su maldito ser.
El tipo me importa un bledo, de modo que sus juicios o posteriores represalias, me importan un bledo también, pero como adoro dar gala de mis buenos modales, (nótese mi vanidad) decidí responder.
Lo miré escrutadoramente, quería que percibiera que evaluaba si era digno de mi respuesta. Con tono formal y desprovisto de cualquier emoción o ánimo balbucee un “Espero que bien”.
Y si el tipo no fuera un bodoque insufrible, ese habría sido el fin de una pseudo conversación que jamás pretendí iniciar, pero él, haciendo uso de su voz de locutor de radio huachaca, empezó a relatarme una seguidilla de hechos que el creía que yo moría por saber.
Imagínense mi reacción: se alzaron mis cejas y mi boca se entre abrió en señal de sorpresa, protesta y espanto. ¡Maldita la hora en que decidí responder! ... ¿No le gusta hacerse la cortés?, pues ahora aguántese a este proyecto de hombre que se contornea como gallina turuleca.Y el tipo me miraba fijo con un entusiasmo casi vomitivo.
Yo no lograba escuchar, mi cerebro me daba una gran reprimenda en ese momento, pero algo en su rostro empezó a captar mi atención, al parecer las patrañas que hablaba se volvían mas intensas, tanto así que su rostro adoptaba formas graciosas y sus facciones se volvían grotescas, eso logro sacarme de mi letargo, y sospecho que hasta me entretuvo.
Su bla, bla, era infinito y su rostro a ratos se volvía tan grotesco que me veía obligada a escuchar algo de su letanía: “me desvelé noches enteras, casi me pego un gran resfriado”; “busque información en la net, el profesor fue muy injusto al tratar un tema tan Interesante de forma tan general”; “por estudiar tanto me perdí un especial de Nacional Geographic sobre...”
Y no crean que eso es ser muy imbécil, de seguro hubo otras frases peores, pero ante su excesiva gestualidad y la franca ridiculez de la situación fue simple tener la gran dicha de perdérmelas.
De pronto el tipo dejo su monólogo y se percato de mí, y lo peor no fue eso, lo peor es que se atrevió a hablarme, y semejante maldad no tiene perdón, luego me dice -“yo tengo un 90% de certeza” ¿y tú?-.
Este creía que yo le prestaba atención... Con un esfuerzo casi inhumano traté de encajar mi rostro y de dulcificar mi tono, a esa altura ya me sentía lo bastante mortificada como para gritarle un par de insolencias. ¿Certeza de qué?- pregunté-.
Y él, el muy Petulante, agrega...“de que obtendré la nota máxima”
¡¡He aquí la máxima encarnación de la Idiotez humana!! ¡¡Pero que pedazo de Idiota!! Por suerte se contener la risa. ¿Era posible tanta arrogancia y pedantería?
Debí pararme y huir al baño más próximo (ya empezaba a indigestionarme tanto ego inflado), mas levanté una ceja y repuse (con total hostilidad): ¿90% de certeza? Yo creo que la certeza ha de ser absoluta, porque si dejas un 10% de duda ¿de que certeza estamos hablando? (para que vean que yo igual puedo actuar como una idiota, dándomelas de erudita)
Por ejemplo, en ese 10% que dejas de duda muchas variantes pueden darse ¿Qué tal si leíste mal una pregunta? o peor aún ¿Qué tal si el profesor estima que tus acabados conocimientos no son tal?Yo solo te puedo responder que tengo 100% de certeza de que no obtendré la nota máxima.
El tipo entre desconcertado y preocupado esboza una sonrisa y comete el error mas grave de la historia... ¿que tal tu fin de semana?- me dice.
Con mi rostro impávido y mi mente atónita (que me gritaba ¡¡estoy desesperada por largarme de aquí!!) fingí recibir una llamada telefónica (siempre es útil en caso de extrema necesidad) y con prisa lancé un “me tengo que ir”
Siendo mas sincera o quizás hipócrita, sentí algo de lastima por él, tenía una necesidad evidente de ser escuchado, tan evidente que fue incapaz de percibir mi repudio o peor que eso, aún percibiéndolo no le importó, eso demuestra que el tipo está mas solo de lo que yo creía,

Conclusión: si bien cometí el error de dejarlo hablar,ahora tengo la CERTEZA de que el tipo es odioso, y si bien siempre sospeché que solo era un mal chiste, ahora puedo asegurar que mi intuición fue correcta. Ahora puedo detestarlo con absoluta tranquilidad