sábado, 3 de mayo de 2008

No estoy de moda ‼


Muchas veces me siento como una excepción, y como buena excepción no abundo, soy conciente de ello.
Tiare se conmueve con gran facilidad, y aunque a veces añoro endurecer mi piel, no puedo ignorar el dolor ajeno, ¡porque esta ahí, latente! Y si está frente a mí me niego a eludirlo.
... Lo que soy se debe en gran medida a que toda mi vida me he visto envuelta en un manto de amor y protección. Porque yo cada noche tengo la dicha de llegar a un hogar, y no a una simple casa. Un lugar en el que se respetan mis sueños y mi forma de vivir, un espacio en el que las manos sobran si caigo precipitadamente, y las sonrisas se multiplican ante mi más mínimo asomo de felicidad.
Pocos saben de lo que hablo, yo hablo de amor. De despertar cada mañana con la sonrisa de tus padres y de dormirse con su infaltable bendición, de disfrutar un almuerzo familiar y sonreír con las locuras de una madre con alma de infanta, de enternecerse con un padre abnegado y su eterno consentimiento, de disfrutar conversaciones nocturnas y risas descontroladas con mi única hermana y mi mejor amiga.
Se que muchos jamás han dimensionado cuan importante son este tipo de detalles, saberte querido por el simple hecho de ser, sentir el orgullo de tus padres no solo cuando triunfaste, también cuando caíste y junto a ellos volviste a empezar, no temer a regalar una sonrisa, brindar un abrazo o decir te quiero, porque sabes que serás lo suficientemente correspondido.
¡Yo Amo! ¡Yo Amo! Amo lo que soy y lo que me rodea, y me fascina tener el privilegio de sentir así, y me fascina descubrir que cada fibra de mi fue diseñada para compartir esta maravillosa sensación.
Porque yo soy de las que se toma la vida con ligereza, que no dudaría en cederla o en dejarla en segundo plano. Soy de las que llora de impotencia por no poder evitar el dolor de los que se ganaron mi corazón. Soy la que camina en la oscuridad para quizás iluminar a los que no han corrido mi misma suerte.
Y seguiré con mi noble tarea, mi corazón pequeño y extasiado alberga toneladas de amor, y por eso lo entrego sin exigencia alguna, casi en un afán de alivianar mi carga.
Y escúchame humanidad: no caeré en tu frialdad ni en tu egoísmo, y ya no me importa ser excluida, se muy bien que no estoy de moda, que no lo estuve... Y que tampoco lo estaré