lunes, 30 de junio de 2008

Paseos por mi niñez ( ='.' =)


Cada noche antes de acostarme acomodaba a todos mis peluches en el rincón de mi cama, los cubría con una mantita para que la fría noche no los afectara y les daba las buenas noches.

En ocasiones recuerdo que tomaba mis peluches favoritos y los recostaba junto a mí. Luego sintiéndome de sobremanera culpable los sacaba de mi cama y los colocaba junto a los demás.
La tarea de cubrirlos era ardua, no debían quedar ni pies ni manos afuera, no era mi intención aumentar las posibilidades de un resfrío.
Y a veces cuando la mantita no bastaba, me levantaba sigilosamente en busca de mis chalecos más lanuditos.
Pero con el paso del tiempo los peluches se volvieron insuficientes; mis muñecos también sentían frío. Fue así como incluí a mi topollillo, mi nenuco y mi pepona.
Procuraba dormir con sumo cuidado, no debía moverme en exceso porque corría el peligro de que se destaparan o en el peor de los casos que cayeran bajo la cama.
Así transcurrieron muchas noches de mi niñez, en una completa inocencia y en una absoluta preocupación por los demás.
Hoy sigo igual, cambie los peluches por amigos y las mantitas por consejos y cariño desmesurado.

domingo, 29 de junio de 2008

♫ Privatización Musical ♫

A mi me gusta la exclusividad.

Si la muchedumbre me pregunta cual es la música que me hace vibrar, la respuesta surge innata:

♫Snow Patrol

♫Jackson Waters

♫One Republic

♫Augustana

♫James Morrison

♫Gavin DeGraw

♫The Fray

... y lo mejor para el final: ♫ Lifehouse

Y con placer observo el efecto de mis palabras, caras de asombro o de simple desconcierto, una ignorancia total de mis dichos.
Y es eso lo que me fascina, descubrir que esa música, se convierte en una marca personal, en un sello que describe en gran parte lo que soy.

...Este viernes, cuando compraba unas golosinas, una melodía conocida me saco de mi discusión interna sobre que dulce comprar, le puse pausa a la música de mi reproductor de mp3 y con asombro descubrí que aquella melodía me era muy conocida, al igual que la letra y el piano; lo que sonaba era Stop & Stare de One Republic. Nadie en el local sonrió, menos aún tarareó la melodía...
Me acerqué a la caja a pagar los productos en cuestión y fue inevitable cantar, una niña se dio vuelta y me observó entre atónita y entretenida, mas no me abochorné. Solo logré sentir una gran frustración, que se creía esa emisora masiva a tocar esa canción ¡¡como un Sin Bandera cualquiera, o un detestable Marco Antonio Solis!! ¡¡pues no señores!! Esa música no es para todos, y me niego terminantemente a compartirla, no es música que busca el reconocimiento o un maldito Grammy, yo hablo de música que me conmueve y me emociona.
Luego de esta reflexión me acerqué quién parecía ser alguien de mediana importancia dentro del local, y le pregunté, con un dejo de amargura si el sabía cual era la emisora que sintonizaba la radio, él simplemente se limitó a alzar los hombros para luego ignorarme por completo y abandonarme a mi suerte.

Indignada llegué a mi hogar para comentar lo sucedido a mi hermana, sin embargo ella solo se sonrió y dijo-¡¡Que eres tonta Tiare!!-.
Y quizás algo de razón tiene, eso de querer privatizar mi música es un absurdo total, aunque la realidad es mucho más simple. Soy egoísta, caprichosa e infantil hasta decir basta. Pero ¡¡Bah!! Que la perfección no existe, y yo soy así, y nuevamente ¡¡Bah!! Porque yo me afano en aquello que me importa. Porque soy apasionada y punto final.

Suelto mi lápiz y sonrío feliz y satisfecha.

viernes, 20 de junio de 2008

Cuando yo sea grande

Cuando sea grande...Cuando sea grande tendré una casa frente al mar, alzada en medio de valles frondosos y árboles frutales. Un perro juguetón será mi guardián y al final de mi pradera un columpio de cuerdas firmes me transportará hacia mi niñez.
En mis ratos libres tomaré clases de italiano y de inglés, aprenderé el fino y sensual arte del tango, y el ritmo candente de la salsa.
Por las noches me recostaré junto a un hombre de brazos fuertes y sonrisa tierna, juntos buscaremos la ruta mas segura a la felicidad, y nos perderemos en nuestros sueños y fantasías.
Por las mañanas abriré las ventanas de par en par para disfrutar del sol al alba. Y mi hombre...él me cubrirá con un manto de besos y seré presa de los cosquilleos de mi piel, y luego cerraré mis ojos y lo abrazaré con suavidad.
En invierno nos daremos el lujo de correr bajo la lluvia y jamás nos importará cuanto barro o cuanta agua ensucie nuestros pies.
De vez en cuando me sumergiré en las aguas cálidas de mi tina y entonaré, sin afinación alguna, las canciones que despiertan mis sentidos.
Cuando el verano de sus primeros pasos bajaré a las arenas blancas a bailar con mi compañero y cuando nuestros cuerpos se entibien, nos desnudaremos para saciarnos de nuestro amor.
...Pero aún no soy grande, aún me falta crecer, porque aún soy solo una niña, que tiene 10 años de día y 10 años de noche