Estoy jodida... ¿Qué haces cuando tus sueños y expectativas están tirados sobre el piso?
Patéalos Tiare, patéalos y mándalos a la misma mierda, ya deja de creer bobadas insulsas, es hora de odiar a esa niñita que espera un mundo de colores y de estrellas fugaces, esas porquerías ocupan inútilmente espacio en tu pequeño cerebro.
Para de soñar, para de una buena vez, no ves que estás sufriendo, no ves que mientras escribes todo esto las lágrimas se agolpan, clamando desesperadamente salir a encontrase con tus labios...Admítelo estás jodida, todas esas risitas mongólicas no te salvarán, porque nunca bastaron para cubrirte de la cruda realidad.
Tan solo detente en ese ventanal y mírate, tan solo mírate y ve la sombra en tus ojos, asume que la nube negra esta sobre ti, ahora debes luchar con la realidad. Ya no creas huevadas, las palabras son falsas, solo los hechos develan el alma de aquellos que poseen alguna, no elabores castillos sobre bases de algodón, es hora de poner los pies en la tierra y caminar sobre el vidrio, es tiempo de sentir el dolor, de abrazar la ira y la frustración y no guardarlas como el ingrediente secreto de tus llantos desconsolados de medianoche.
Patéalos Tiare, patéalos y mándalos a la misma mierda, ya deja de creer bobadas insulsas, es hora de odiar a esa niñita que espera un mundo de colores y de estrellas fugaces, esas porquerías ocupan inútilmente espacio en tu pequeño cerebro.
Para de soñar, para de una buena vez, no ves que estás sufriendo, no ves que mientras escribes todo esto las lágrimas se agolpan, clamando desesperadamente salir a encontrase con tus labios...Admítelo estás jodida, todas esas risitas mongólicas no te salvarán, porque nunca bastaron para cubrirte de la cruda realidad.
Tan solo detente en ese ventanal y mírate, tan solo mírate y ve la sombra en tus ojos, asume que la nube negra esta sobre ti, ahora debes luchar con la realidad. Ya no creas huevadas, las palabras son falsas, solo los hechos develan el alma de aquellos que poseen alguna, no elabores castillos sobre bases de algodón, es hora de poner los pies en la tierra y caminar sobre el vidrio, es tiempo de sentir el dolor, de abrazar la ira y la frustración y no guardarlas como el ingrediente secreto de tus llantos desconsolados de medianoche.