jueves, 12 de julio de 2007

๑۩๑●●● тιαяєcєитяiѕмσ ●●●๑۩๑







No me importa defraudarme a mi misma, eso me da absolutamente lo mismo, pero defraudar a los que creen en mí, eso me mata, me duele.
Me he caído, y claro, me he levantando, pero me saqué tanto la mierda que mi pierna quedó lesionada y me cuesta caminar veloz y sin miedo, me aterra pisar fuerte.
No estoy mal, pero no estoy como antes. Estoy liberándome de todas estas frustraciones sucesivas y torturantes por medio de estas letrillas inmundas, eso no es común en mí, soy de las que prefiere luchar sola contra los fantasmillas que me dan cuco, mis cagazos son mis cagazos, la culpa es mía, lo se, y lo se tanto que duele. El problema es que no deberían saberlo otros, lo que me hace creer más aún que sufro una peligrosa transformación, pero sigo aquí, haciendo correr presurosamente las letras, como si con eso pudiera avanzar más rápido el tiempo, como si así pudiera arreglar todo, e insisto (ya casi en un tono de disculpa) porque deben saber esto otros, si con suerte quiero saberlo yo. No se la respuesta y no pretendo buscarla, no es esa mi intención, si ya no se que escribo, si ya no se cual es mi intención. Porque soy la enemiga natural de las intenciones, porque ya no quiero ser un montón de ellas, quiero ser acciones, solo quiero actuar, y quizás solo sea para peor, quizás termine más lesionada o puede que todo siga igual, pero ya no puedo hueviar más, dudo que la vida me espere mientras yo decido ponerme las pilas, es que para desgracia mía no existe el “Tiarecentrismo”.

No hay comentarios: