
Y sentir que todo es lejano, que me abstraigo en mi pequeño Edén. Aquí me escondo de los ojos de aquellos que tanto me critican, en esta casa abandonada a orillas del mar. Aquí soy libre y no ambiciono nada más que un simple respiro profundo que no se interrumpe por las vocecillas de esa gente irritante. Y me apoyo en el borde de esa piscina que nunca termino de construirse, donde las olas chocan y las gotitas mojan mi rostro despertándome suavemente de este gran cansancio que vivo hace meses. Un cansancio que no deja de ser peculiar, que es el resultado macabro de la envidia y la arrogancia que aprieta mis pulmones y no me deja respirar.
Me excedí y lo admito, me deje influenciar por ideas de personas sin importancia y al final me cansé, y me cansé para rendirme y arrastrarme por la corriente de ideas negativas que me ofrecían. Pero fue ayer cuando dije basta, y más que decirlo lo grité, porque me agoté tanto que me aburrí, y del aburrimiento pase a la cruda reflexión. Y ahora estoy aquí y no en esa patética fiesta del club de Tennis; seguro deben odiarme, pero no me importa, la única con derecho a odiar soy yo, más no lo hago porque es una pérdida de sentimientos, porque el odio es un sentimiento, que sea negativo ese es otro punto, pero es un sentimiento al fin y al cabo, sin embargo es demasiado para ustedes, y repito yo debería odiarlos, sin vergüenza alguna debería hacerlo, enjuiciarlos por querer transmutarme en una basura que jamás seré ( o que por lo menos jamás he pretendido ser), por inculcarme una seriedad que siempre he detestado, por hacerme creer que por mi posición económica soy superior a los demás; que esos que no aceptan mis ideales se encuentran en el más absoluto de los errores, por permitirme reír ante situaciones francamente crueles, por prohibirme sentir respeto y admiración por aquellos que anhelan llegar a ser mejores. Y aunque razones obviamente me sobran, las ganas no existen, es que simplemente soy mejor que ustedes, porque me salgo de este juego insensible, lleno de prejuicios y caretas y me marcho a mi mundo de sueños locos y apasionados, un mundo que empieza hoy y en esta casa.
Ahora respiro tranquila y tan solo me recuesto en el pasto y cierro los ojos, para llenarme del atrapante aroma a paz. Y no me siento sola, sino que más acompañada que nunca, m acompañan mis fieles esperanzas y mi andar ligero, me cuida mi corazón honesto y mi mirada decidida y me alimento día a día de mi ímpetu por vivir.
Me excedí y lo admito, me deje influenciar por ideas de personas sin importancia y al final me cansé, y me cansé para rendirme y arrastrarme por la corriente de ideas negativas que me ofrecían. Pero fue ayer cuando dije basta, y más que decirlo lo grité, porque me agoté tanto que me aburrí, y del aburrimiento pase a la cruda reflexión. Y ahora estoy aquí y no en esa patética fiesta del club de Tennis; seguro deben odiarme, pero no me importa, la única con derecho a odiar soy yo, más no lo hago porque es una pérdida de sentimientos, porque el odio es un sentimiento, que sea negativo ese es otro punto, pero es un sentimiento al fin y al cabo, sin embargo es demasiado para ustedes, y repito yo debería odiarlos, sin vergüenza alguna debería hacerlo, enjuiciarlos por querer transmutarme en una basura que jamás seré ( o que por lo menos jamás he pretendido ser), por inculcarme una seriedad que siempre he detestado, por hacerme creer que por mi posición económica soy superior a los demás; que esos que no aceptan mis ideales se encuentran en el más absoluto de los errores, por permitirme reír ante situaciones francamente crueles, por prohibirme sentir respeto y admiración por aquellos que anhelan llegar a ser mejores. Y aunque razones obviamente me sobran, las ganas no existen, es que simplemente soy mejor que ustedes, porque me salgo de este juego insensible, lleno de prejuicios y caretas y me marcho a mi mundo de sueños locos y apasionados, un mundo que empieza hoy y en esta casa.
Ahora respiro tranquila y tan solo me recuesto en el pasto y cierro los ojos, para llenarme del atrapante aroma a paz. Y no me siento sola, sino que más acompañada que nunca, m acompañan mis fieles esperanzas y mi andar ligero, me cuida mi corazón honesto y mi mirada decidida y me alimento día a día de mi ímpetu por vivir.