A mi me gusta la exclusividad.
Si la muchedumbre me pregunta cual es la música que me hace vibrar, la respuesta surge innata:
♫Snow Patrol
♫Jackson Waters
♫One Republic
♫Augustana
♫James Morrison
♫Gavin DeGraw
♫The Fray
... y lo mejor para el final: ♫ Lifehouse ♫
Y con placer observo el efecto de mis palabras, caras de asombro o de simple desconcierto, una ignorancia total de mis dichos.
Y es eso lo que me fascina, descubrir que esa música, se convierte en una marca personal, en un sello que describe en gran parte lo que soy.
...Este viernes, cuando compraba unas golosinas, una melodía conocida me saco de mi discusión interna sobre que dulce comprar, le puse pausa a la música de mi reproductor de mp3 y con asombro descubrí que aquella melodía me era muy conocida, al igual que la letra y el piano; lo que sonaba era Stop & Stare de One Republic. Nadie en el local sonrió, menos aún tarareó la melodía...
Me acerqué a la caja a pagar los productos en cuestión y fue inevitable cantar, una niña se dio vuelta y me observó entre atónita y entretenida, mas no me abochorné. Solo logré sentir una gran frustración, que se creía esa emisora masiva a tocar esa canción ¡¡como un Sin Bandera cualquiera, o un detestable Marco Antonio Solis!! ¡¡pues no señores!! Esa música no es para todos, y me niego terminantemente a compartirla, no es música que busca el reconocimiento o un maldito Grammy, yo hablo de música que me conmueve y me emociona.
Luego de esta reflexión me acerqué quién parecía ser alguien de mediana importancia dentro del local, y le pregunté, con un dejo de amargura si el sabía cual era la emisora que sintonizaba la radio, él simplemente se limitó a alzar los hombros para luego ignorarme por completo y abandonarme a mi suerte.
Indignada llegué a mi hogar para comentar lo sucedido a mi hermana, sin embargo ella solo se sonrió y dijo-¡¡Que eres tonta Tiare!!-.
Y quizás algo de razón tiene, eso de querer privatizar mi música es un absurdo total, aunque la realidad es mucho más simple. Soy egoísta, caprichosa e infantil hasta decir basta. Pero ¡¡Bah!! Que la perfección no existe, y yo soy así, y nuevamente ¡¡Bah!! Porque yo me afano en aquello que me importa. Porque soy apasionada y punto final.
Suelto mi lápiz y sonrío feliz y satisfecha.